Blanco de España

Comisariado

Texto curatorial para la exposición Blanco de España del artista Jorge Isla en Ora Labora Studio, del 2 de diciembre de 2022 hasta el 24 de febrero de 2023, la cual fue presentada en la XI Edición de la Feria Internacional de Grabado FIG Bilbao el 24 de Noviembre de 2022.


Lo que empezó como un crash financiero a finales de 2008 en suelo americano, rápidamente devino en una profunda crisis económica de corte global que penetró con violencia, como quien clava un cuchillo en el pecho, en cada hogar a lo largo y ancho del mundo. Quien escribe estas líneas apenas contaba con 18 años en su mochila cuando todo aquello comenzó a impregnar de miedo y recelo nuestro país. El recuerdo de una adolescencia llena de promesas fue reemplazado, de súbito, por un rosario de noticias, elegías y tertulias televisivas protagonizadas por despidos en masa, recortes de salarios, familias desahuciadas, deuda pública, rescates a la banca, reforma laboral, tasas de pobreza, caída del empleo, recortes, recortes, más recortes. Al tiempo que todo eso resonaba en el televisor y en los ojos de mis padres, las calles no tardaron en mostrar eso que en todas partes se venía anunciando. Como una imparable cuenta hacia adelante, tiendas, comercios, bares y restaurantes de los de toda la vida comenzaron a desaparecer. En su lugar, casas de apuestas, franquicias low cost y negocios de “compro oro” comenzaron a cambiar el paisaje de nuestras ciudades. Pero, sobre todo, un largo paseo de locales vacíos que nadie ha vuelto a ocupar.

De aquellos escaparates colmados de objetos sólo quedan sus cristales, cubiertos, ahora, por una espesa capa de pintura blanca cuya intención parece ser la de ocultar el fantasma de un pasado mejor. Tal vez haya quien vea en esta costumbre una suerte de remembranza a la página en blanco que despierte el deseo de emprender sobre ella una nueva historia. O tal vez quien confíe en que la pureza clásica del blanco logre neutralizar el desánimo de un sueño fallido, no vaya a ser que la mugre que esconde enardezca los ánimos de algunos. Sea como sea, ahí están y así permanecen; locales vacíos como cuerpos inertes de los que ya sólo queda su esqueleto. Y es que, precisamente, resulta de una ironía estremecedora que esa pintura blanca que disfraza escaparates de huesos desnudos se obtenga del carbonato de calcio. Pero es que, rizando aún más el rizo de una ironía que parece escribirse sola, este pigmento lleva por nombre el apelativo de Blanco de España.

Cámara en mano, Jorge Isla ha recorrido las calles en busca de esos escaparates blancos que, una vez han atravesado los límites del objetivo, se resignifican para no ser ya, únicamente, víctimas de una crisis, sino verdaderos ejemplos de pintura expresionista en los que la persona encargada de llevar a cabo el trabajo de blanqueamiento ha dejado, sin quererlo, la impronta de su gesto. Con ello, el escaparate deja de ser tal para convertirse, a través de la mirada del artista, en un nuevo soporte pictórico nacido de la acción espontánea del operario sobre el cristal. Es, justamente, esa mirada que invita a observar la ciudad desde una óptica diferente la que ha motivado el desarrollo de este proyecto artístico bautizado con el nombre del pigmento que lo recorre de principio a fin.

Blanco de España recoge una serie de fotografías traducidas al lenguaje de la gráfica mediante la técnica del fotograbado, donde el trazo, la materia y el dinamismo de la brocha se alzan con todo el protagonismo. Son pocas las pistas que, al contemplar la edición de estampas, nos indican la fuente de las imágenes. Y es que, gracias a un cuidado trabajo de selección y aislamiento de las mismas, la viveza de las pinceladas nos transporta, inevitablemente, a un espacio pictórico que nada tiene que ver con su contexto de origen. Con todo ello, Jorge Isla va más allá de la crisis económica que disparó la presencia de locales vacíos camuflados de blanco en nuestras calles y se adentra en el territorio de la expresión humana, condensada aquí en las connotaciones comunicativas que se desprenden de una acción tan mecánica y trivial como puede ser la de cubrir de pintura un escaparate. Blanco de España es, por tanto, un proyecto hijo de su tiempo que recuerda a quien lo contempla que el modo en que miramos las cosas siempre está por encima de cualquier materialidad. Porque, como dijo John Berger, mirar es un acto deliberado de elección y, como tal, determina enteramente cómo es, fue y será el mundo que nos rodea.

Puedes visitar esta exposición de forma virtual aquí.