Artículo publicado en la revista AIRES. Avances en Innovación e Investigación Educativa. Revista de Educación Secundaria, editada por la Universidad de Granada, en el número de Noviembre de 2017.
En un nuevo mundo globalizado donde la revolución tecnológica, la democratización de la información y el auge de la cultura visual han logrado una transformación radical de las distintas estructuras que vertebran nuestros modos de vida, se hace necesaria una relectura de las múltiples funciones de la imagen y de la palabra como transmisoras de conocimiento dentro de las escuelas, si bien no con la intención de sustituir por completo las formas tradicionales, sí con el objetivo de incorporar nuevas dinámicas educativas a partir de la combinación de ambos lenguajes.
Resulta innegable el lugar preponderante que la imagen ocupa en nuestro tiempo, respaldado fundamentalmente por formas tan populares y arraigadas en el seno de la sociedad como pueden ser Internet, el cine o la televisión. Y es que su impacto en todos los ámbitos que configuran la cotidianeidad actual ha conseguido trastocar desde la raíz los modos de interrelación entre las personas así como de éstas con la realidad.
Comentarios alusivos a la pérdida del hábito lector, especialmente referidos a la población más joven, en beneficio de otras manifestaciones que emplean la imagen como elemento vehicular son cada vez más frecuentes, lo cual parece confirmar la evidencia de que nos encontramos ante un imparable cambio cultural donde el emplazamiento tradicional de la imagen y la palabra ha sufrido un giro de ciento ochenta grados.
De tal modo, podemos afirmar que la mayoría de nosotros, a día de hoy, somos absolutamente conscientes de la ingente cantidad de imágenes que, fugaces y efímeras, se cuelan hasta en los más intrincados rincones de nuestro mundo. Aparecen tan súbitamente como se marchan, sin apenas darnos tiempo a asimilar la enorme masa de información visual con la que continuamente se nos bombardea desde las más diversas posiciones, tales como el cine y la televisión, periódicos y revistas, anuncios publicitarios o portales de Internet. Además, el ritmo de este indomable flujo de imágenes no hace más que acelerarse vertiginosamente, dando como resultado un asombroso alzamiento de la dimensión icónica y visual en detrimento de la escritura. En pocas palabras, “el libro decae frente al imbatible poder del cine, el vídeo o la televisión” (Vicente, 2008, p.70).
Son numerosos los teóricos, científicos y filósofos que, desde finales del siglo XX, han tenido como objetivo principal exponer y entender esta novedosa situación. Opiniones a favor de esta nueva era dominada por la imagen y la tecnología pronto se opusieron a otras cuyas tesis veían en dichos cambios el terrible final de un mundo cuyos cimientos se habían sustentado desde siempre sobre una cultura de papel y tinta.
Buen ejemplo de ello son las tesis publicadas por Theodor Adorno (1998) en su ensayo Dialéctica de la Ilustración donde expuso todo un alegato contra la creciente influencia en la sociedad de lo que denominó “industria del entretenimiento” para referirse a los nuevos medios de comunicación de masas. Por el contrario, otros, fascinados por los cambios y transformaciones que esta insólita forma de interacción con un público masivo estaba desencadenando, quisieron ver en ello el nacimiento de una nueva era donde la imagen se alzaba como el nuevo soporte de conocimiento por excelencia, como el filósofo norteamericano Nöel Carroll (2002), quien se opuso radicalmente a la pesimista visión de Adorno.
Este debate acerca del incuestionable protagonismo que la imagen había logrado adquirir en el horizonte social no se quedó reducido al marco preeminentemente teórico de la filosofía sino que, en seguida, se trasladó al resto de sectores que, de algún modo, también se habían visto afectados por tales cambios, entre los que se encuentra, por supuesto, el ámbito educativo. En consecuencia, teóricos y docentes igualmente comenzaron a preguntarse acerca del lugar que los nuevos medios audiovisuales habrían de ocupar dentro de unos procesos de enseñanza-aprendizaje ya establecidos y asentados.
Aquí hemos de hacer mención al breve texto redactado por el reputado semiólogo y novelista italiano Umberto Eco para la obra colectiva La comunicación: de los orígenes a Internet (Moragas, Beale, Dahlgren, Eco, Fitch, Gasser y Majó, 2012), donde el autor defiende la firme pervivencia del libro como transmisor de información en el mundo actual, fuertemente dominado por los medios de comunicación de masas. En él, si bien se nos dice que el uso de recursos audiovisuales es vital en los tiempos que corren, Eco atribuye a la imagen cierta incapacidad para emitir sentidos o matices abstractos de un concepto concreto, lo cual podría dar lugar a posibles errores en su asimilación y aprendizaje. Por ello, según el teórico italiano, “la comunicación visual debe ser equilibrada con comunicación verbal y principalmente con la escrita” (Moragas et al., 2012, p.52).
Afortunadamente, las líneas de acción actuales dentro de la enseñanza han seguido esta misma tendencia y aquella pugna entre palabra e imagen se ha ido desvaneciendo poco a poco para dar paso al advenimiento de una nueva educación cuyo objetivo no es otro que el de potenciar y acentuar las relaciones entre ambas. Y es que, como dijo el célebre filósofo sevillano Emilio Lledó, “sin palabras somos ciegos” (Walzer, 2009, p.70).
Adorno, T.W. y Horkheimer, M. (1998). Dialéctica de la Ilustración, Madrid: Ediciones Trotta.
Carroll, N. (2002). Una filosofía del arte de masas, Madrid: Antonio Machado Libros.
Moragas, Beale, Dahlgren, Eco, Fitch, Gasser y Majó. (2012). La comunicación: de los orígenes a Internet. Barcelona: Editorial Gedisa.
Vicente, S. R. El rol de la imagen en el mundo contemporáneo, Huellas: Búsquedas en Artes y Diseño [en línea] nº 6, 2008, Mendoza, Argentina.
Walzer, A. Trayectorias de la imagen en la escuela: de herramienta didáctica a dimensión epistemológica. Luciérnaga Audiovisual [en línea] Marzo 2009 – Octubre 2009, nº 2.
*Fragmento extraído del artículo Relaciones entre cine y enseñanza: una propuesta didáctica para la asignatura de Historia del Arte de 2º de bachillerato. El texto completo se puede encontrar en la página web de la revista.
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